
Las características generales de la literatura del Realismo son:
- El cambio de perspectiva en las formas de elocución: descripción más objetiva, narración más lógica racional y diálogo más natural.
- La transformación del protagonista, que ya no es forzosamente un ser humano excepcional, sino un hombre o una mujer corrientes.
- La intención social, sumada a la intención de producir arte útil.
- Los temas extraídos de la realidad
- El cambio en el lenguaje literario, que abandona los recursos de expresividad exagerada.
Ramón de Campoamor
Este poeta deriva hacia un humorismo y sentimentalismo intranscendentes. Los poemas de Doloras, Pequeños poema y Humoradas aportaron un nuevo lenguaje poético caracterizado por el realismo en la expresion dialogada, el humor a veces demoledor y la ironía como actitud vital.
El busto de nieve
De amor tentado un penitente un día
con nieve un busto de mujer formaba,
y el cuerpo al busto con furor juntaba,
templando el fuego que en su pecho ardía.
Cuanto más con el busto el cuerpo unía,
más la nieve con fuego se mezclaba,
y de aquel santo el corazón se helaba,
y el busto de mujer se deshacía.
En tus luchas ¡oh amor de quien reniego!
siempre se une el invierno y el estío,
y si uno ama sin fe, quiere otro ciego.
Así te pasa a ti, corazón mío,
que uniendo ella su nieve con tu fuego,
por matar de calor, mueres de frío.
Miguel de Cervantes Saavedra
El insigne escritor, gloria de las letras españolas, nació el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares (Madrid). Cuarto hijo del cirujano Rodrigo de Cervantes y de Leonor de Cortinas. Su obra poética abarca sonetos, canciones, églogas, romances, letrillas y otros poemas menores dispersos o incluidos en sus comedias y en sus novelas. También escribió dos poemas mayores: Canto de Calíope (incluido en "La Galatea") y "Viaje del Parnaso" (1614).
Galatea
Tanto cuanto el amor convida y llama
al alma con sus gustos de apariencia,
tanto más huye su mortal dolencia
quien sabe el nombre que le da la fama.
Y el pecho opuesto a su amorosa llama,
armado de una honesta resistencia,
poco puede empecerle su inclemencia,
poco su fuego y su rigor le inflama.
Segura está, quien nunca fue querida
ni supo querer bien, de aquella lengua
que en su deshonra se adelgaza y lima;
mas si el querer y el no querer da mengua,
¿en qué ejercicios pasará la vida
la que más que al vivir la honra estima?
No hay comentarios:
Publicar un comentario